top of page

Angela Guerrero

Angela se crió en en un convento de monjas ubicado en Tlaquepaque en los años cuarenta, bordar era una labor diaria a la que dedicaban varias horas al día. Bordaban todo lo que se podía, sus uniformes, las sábanas de los sacerdotes, las toallas de las hermanas superiores, bordaban  hasta los calzones, platica Angela.

Dentro de esta labor recuerda con especial gozo que todos los sábados por la mañana iban al centro de Guadalajara a comprar hilos y estambres, aveces, con mucha suerte las monjas le permitian seleccionar los tonos, recuerda el sonido de  la devanadera como si lo hubiera escuchado apenas ayer.

bottom of page