top of page

María Alvarez

Aprendí a bordar de niña con mi mamá, como de 5-6 años. Me gustaba porque era como dibujar pero con hilos. También aprendí a tejer con dos agujas con María Julia --quien fue para mí como una abuela-- fue muy paciente conmigo al enseñarme a hacer bufandas.

​Hace como 6 años comencé a aprender crochet y conocí a muchas personas maravillosas en esa ventura (y sigo conociendo). Es una manera increíble de conectar con personas y contigo misma, de compartir, de meditar, de retarte a ti misma con proyectos que piensas que son muy difíciles y los realizas... El textil es hermoso y noble, es una maravilla ver lo que uno puede lograr.

​

bottom of page