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Isabel López aprendio a tejer hace un par de años en la merceria Santa Teresita, ubicada en el barrio del mismo nombre en la ciudad de Guadalajara, Jal. Acude 3 veces por semana de 5 a 7 de la tarde.

Tejer, según comenta, le ayudo a superar una depresión, y le permite sentirse útil.

Isabel conoce infinidad de técnicas textiles, las cuales ha intentado compartir con sus nietos, pero ninguno ha tenido el interés por aprenderlos. 

Isabel muestra una capa tejida próxima a terminar.